domingo, 27 de mayo de 2012


La Reseña.

La palabra “reseña” tiene origen en el latín, y su significado era apunte o nota (reseñar viene del latín resignare, tomar nota o apuntar).

La reseña es un escrito breve que intenta dar una visión panorámica y crítica sobre algo; es la revisión o examen que se hace a un libro o a una obra para dar noticia crítica de ellos. Su función es orientadora o informadora de carácter descriptivo-informativo. Es frecuente que en revistas y periódicos aparezcan reseñas de libros, películas, exposiciones y otros eventos que aproximan a los lectores, al público y a los espectadores hacia el objeto descrito. Sirven para motivar el interés de las personas o para persuadirlas. Es importante saber que una buena reseña debe reflejar la interpretación y evaluación crítica de quien la realiza. En suma, es un texto que se dirige a un público amplio y que, además, tiene la responsabilidad de describir el tema, texto, suceso o evento y ofrecer una opinión sobre su valor.

Puede contener información, opinión y crítica, y la posibilidad de combinar estos elementos hace que este género sea considerado híbrido (mezclado, heterogéneo). Esta es muy común en la prensa y en el ámbito científico, suele encontrársela en periódicos y revistas científicas especializadas.

Sus características, suelen ser las siguientes:

! Pertenece a los géneros de información.
! Se organiza siguiendo una estructura argumentativa.
! Comienza con la definición del objeto a tratar, continúa con la toma de posición (que justifica ya sea contrastando con diversos argumentos o a través de opiniones personales), y cierra reafirmando la posición adoptada.
! Intenta dar una visión panorámica y crítica.
! Refleja la interpretación y evaluación crítica de quien la realiza.
! Describe un tema, texto, suceso o evento y ofrece una opinión sobre su valor.
! Extrae lo esencial del contenido.
! Suele seguir un esquema.
! Necesita un proceso de composición.

“Una reseña bibliográfica es un informe acerca del contenido y las características de un libro o de cualquier publicación.” Existen dos tipos de reseñas.

G  La primera, que puede adoptar forma de resumen en algunos casos, puede recibir diferentes nombres: reseña descriptiva, informativa o simplemente reseña; esta se caracteriza por describir el contenido de una publicación, requiere una lectura superficial y no tendrá carga valorativa por parte del autor su objetivo será simplemente “Dar noticias de las nuevas publicaciones facilitando su divulgación.”

G  La segunda, se denomina reseña crítica o valorativa, y su contenido evalúa una publicación, requiere una lectura minuciosa; aquí el reseñador asume la responsabilidad de la valoración de la obra; su objetivo es valorar de manera razonada y crítica las obras de reciente aparición y orientar a especialistas.

G  En algunos casos se señala un tercer tipo de reseña, la reseña periodística, que ofrece al público lector una orientación acerca de las novedades que se producen en todos los ámbitos (principalmente el cultural); su objetivo podrá ser orientador, o motivador/persuasivo.

Otra forma de diferenciar los tipos de reseña hace hincapié en el ámbito de circulación de la misma en lugar de sus características; aquí aparecen la reseña periodística y la académica. Las fuentes consultadas señalan los procesos de redacción a seguir para la conformación de una reseña, que, si bien coinciden en sus líneas generales presentan algunas diferencias específicas mínimas. La más simple señala cinco pasos:

1.    Anotar los datos bibliográficos,
2.    Determinar las partes del libro (o publicación),
3.    Leer la introducción, prólogo y conclusiones,
4.    Leer cada capítulo para enterarse del contenido, y
5.    Hacer algunas citas textuales breves.

Los pasos que se deben seguir para elaborar una reseña descriptiva-informativa:
  • Anotar los datos bibliográficos.
  • Determinar, mediante la revisión del índice, cuáles son las partes, capítulos, incisos y subincisos del libro.
  • Leer la introducción, prólogo y conclusiones.
  • Leer cada capítulo para enterarse de su contenido.
  • Hacer, en caso necesario, algunas citas textuales breves.
La Reseña Crítica.

Es un texto expositivo-argumentativo  que  implica, en primer lugar, haber comprendido muy bien el producto cultural (obra literaria, cuento, película, pintura, ensayo, etc.) reseñado como para poder resumir lo esencial de su contenido, pero además, es necesario que quien realiza la reseña (el escritor) esté en condiciones de emitir opiniones y juicios de valor fundamentados acerca del texto leído. En la reseña crítica se hace un recuento del contenido de una obra, de sus ideas esenciales y aspectos interesantes, al tiempo que se hace una valoración crítica del mismo. El autor de la reseña debe aclarar que la valoración de la obra corresponde a su posición, dejando al lector en libertad de que se forme su propia opinión... Cumplidas las dos condiciones anteriores, se requiere poner en funcionamiento todos los conocimientos que tenemos en el campo de planeación, textualización y revisión de textos, para poner por escrito las ideas de acuerdo con la estructura de este género. Las reseñas son importantes porque, a través de ellas, no sólo nos enteramos del tema de una obra sino de la forma como ésta es recibida por la crítica. Es de vital importancia la revisión del texto en función de garantizar y facilitar su seguimiento y comprensión por parte del lector.
La estructura, en general, de una reseña crítica consta de las siguientes partes:
1)    Título
2)    Presentación del producto cultural (se consignan los datos bibliográficos que encabezan el texto: nombre y apellido del autor, título de la obra, la ciudad donde se editó, nombre de la editorial, fecha de edición y número de páginas).
3)    Resumen expositivo del texto reseñado (se presentan, en forma selectiva y concentrada, los contenidos fundamentales del producto cultural).
4)    Comentario crítico-argumentado del producto cultural.
5)    Conclusiones.

Reseña Literaria.

Es una presentación oral o escrita de la opinión de un crítico sobre una obra, justificada con hechos a incidentes específicos (pasajes) de la pieza en cuestión.
Su propósito principal es dejar saber si vale la pena leer el libro que está en discusión. Independientemente si el lector ha leído la obra, el autor de la reseña debe incluir alguna información sobre el contenido, sin olvidar nunca que el objetivo de la reseña es una presentación de la opinión del crítico literario.

Preparación para hacer una reseña literaria:
Todo crítico debe seguir los siguientes pasos antes de hacer una reseña literaria sobre un hecho o trabajo específico:

! Evitar leer resúmenes, comentarios o propaganda anterior a la lectura del libro.
! Leer solamente cuando se está alerta y dispuesto.
! Leer con luz apropiada y con un mínimo de distracciones a interrupciones.
! Razonar cuidadosamente el título del libro o trabajo y el significado e implicación.
! Leer el prólogo para familiarizarse con la intención del autor.
! Leer la tabla de contenido (si esta existiera) para enterarse de la organización  básica del libro.
! Conocer el género del libro o la obra para poder juzgar de acuerdo a éste.
! Tener una copia personal del libro o del trabajo, si es posible, para poder hacer anotaciones según se va leyendo.
! Si el libro no es propio, mantener hojas de papel disponibles para anotar las reacciones a insertarlas en el libro.
! Leer el libro en su totalidad para tener una impresión general. Sobre esta impresión inicial, hacer un bosquejo mental de cómo se va a trabajar en la reseña.
! Leer el libro por segunda vez, en esta ocasión para darle énfasis a aquellos detalles que pueden fortalecer la impresión inicial o modificarla.

Los elementos expuestos a continuación se deben tener en cuenta en el arreglo para la redacción de una reseña:
ö  Punto de vista: ¿Quién narra o interpreta? ¿Hay uno o son varios? ¿Está escrita en primera o tercera persona?
ö  Título y prólogo: ¿Cuán preciso y efectivo es el título? Habiendo leído la obra por completo, ¿siente que el título crea un ambiente adecuado? ¿El título viene a ser lo suficientemente significativo para estimular la lectura? ¿Fue el título lo que llamó la atención del lector? Si el autor establece su propósito en el prólogo, ¿cuán efectivo es éste? ¿Es necesario leer el prólogo para entender la obra?
ö  Organización: ¿Cómo está organizado el trabajo? Si es ficción, ¿está la historia contada cronológicamente o en retrospectiva? Si no es ficción, ¿los capítulos están ordenados lógicamente? ¿Los títulos de los capítulos son claros y concisos?
ö  Estilo: ¿Qué estilo utiliza el autor? ¿Formal o informal? ¿Qué hay acerca de la dicción? ¿Es muy difícil para el lector promedio? ¿El estilo va dirigido a una audiencia especial?
ö  Tema: ¿Cuál es el tema del trabajo u obra? ¿De qué se está escribiendo? ¿Cuán evidente es? ¿Es ficción? ¿Es teatro? ¿Es poema? ¿Emplea el autor el simbolismo? ¿Es detectable este simbolismo para un lector astuto? ¿Cuán convincente es el escritor?
ö  Final: ¿Hay lógica entre el final y el punto culminante? ¿Fue el autor hábil en la construcción del final? ¿El personaje principal resuelve el conflicto satisfactoriamente, aunque no necesariamente la obra tenga un final feliz? Después de terminada la lectura, ¿cómo se siente el lector con relación al final? ¿Se olvida fácilmente o permanece en la memoria?
ö  Precisión de la información: Asumiendo que el crítico está calificado para juzgar, ¿cuán precisa es la información ofrecida en el libro? ¿Están los hechos distorsionados de alguna forma? ¿Se pueden notar prejuicios del autor? ¿Omitió eventos significativos que afectarán la veracidad? ¿Las fuentes utilizadas son confiables? Si el trabajo es ficción, ¿los hechos que provee el autor son creíbles y lógicos?
ö  Artificios literarios y descripción física: ¿Utiliza el autor la alusión o lenguaje figurativo? ¿Qué esquema utiliza el libro? Si las fotografías y/o ilustraciones son utilizadas, ¿son un complemento del trabajo o son rellenos del libro? ¿Son las ilustraciones y gráficas claras y fáciles de entender? ¿Contiene el trabajo una sobreabundancia de notas al calce? ¿Las notas aclaratorias son presentadas de manera consistente al final del capítulo o del libro? ¿El esquema es atractivo en general? ¿Cuán relevante es la cubierta del libro con relación al contenido?

Los siguientes factores extrínsecos son importantes en la evaluación de un trabajo:
  • Datos biográficos del autor,
  • Periodo literario al que pertenece el libro o la obra,
  • Intenciones del autor y calificaciones de éste con relación a la materia tratada: Es deber del crítico familiarizarse con algunas de las características básicas del género. También debe conocer acerca de la audiencia a la que el autor dirigió su obra y por otro lado, a la que se le está reseñando. Antes de comenzar a redactar se debe tener en consideración: edad, sexo, educación y trasfondo cultural del público al que se le va a reseñar.
Se sugiere y es opcional leer otras críticas o reseñas que se hayan hecho del libro, siempre y cuando se haya concluido la lectura, para formar una opinión propia. Se debe recordar que las opiniones que no son originales deben estar debidamente documentadas y acreditadas.

Es imprescindible intercalar información del contenido de la obra reseñada con observaciones críticas y evaluativas, porque es muy probable que el lector de la reseña no haya leído la obra.

Organización y redacción de la reseña:

I  Revisar cuidadosamente todas las notas marginales incluidas durante la lectura.
I  Reflexionar profundamente sobre éstas y las ideas formuladas hasta que se llegue a una sola y única impresión.
I  Formular una hipótesis y redactarla.
I  Comenzar a bosquejar las ideas, dejándose llevar por las anotaciones ya hechas.
I  Hacer una lista de aquellas notas que apoyen la hipótesis formulada en tarjetas 4 x 6 y eliminar el resto.
I  Empezar a usar divisiones y subdivisiones de ideas.
I  Cotejar cada componente: el bosquejo contra la hipótesis, separando aquellos que sean relevantes y que apoyen la idea principal.
I  AI comenzar a redactar la reseña, seguir el bosquejo sin hacer cambios.
I  Proveer atención y énfasis a la introducción del escrito. Debe incluir: la esencia de la hipótesis, una implicación de cómo se propone desarrollarla, el matiz del trabajo, el título del libro reseñado y el nombre del autor y los mejores argumentos que emplearán para defender la hipótesis.
I  Intercalar los comentarios del contenido del libro con observaciones críticas en el texto de la reseña.
I  Escribir una conclusión fuerte y dinámica, sin términos inciertos y con mucha lógica. Nunca usar frases como 'en conclusión' o 'en suma' para iniciar el párrafo final ni tampoco utilizar 'el fin' o 'final' para terminar la redacción.
I  AI escribir el borrador debe dejarse tres líneas por medio y márgenes amplios para revisiones futuras.
I  Es esencial tener a mano herramientas de referencia como diccionarios y usarlos para la redacción de la reseña.
I  Antes de revisar por primera vez el borrador se debe dejar un día por medio para poder hacer correcciones y cambios objetivamente.
I  Leer lo redactado, por lo menos una vez en voz alta. Hacer todas las correcciones necesarias y pasar en limpio de nuevo si fuera necesario.
I  Si hay abundancia de correcciones, no dudar en volver a pasar en limpio y escribir un segundo borrador.
I  Una vez se hayan hecho todas las revisiones y correcciones y se esté convencido de que es la mejor versión, se procede a escribir o mecanografiar la copia final, evitando errores ortográficos. Una vez verificado todo el contenido se debe duplicar la reseña para mantener copias adicionales de ésta.



sábado, 26 de mayo de 2012


Objetivos en el proceso E-A.

Los objetivos de enseñanza componen los elementos vitales del proceso docente-educativo. Sin embargo, preexisten heterogéneos juicios y definiciones acerca de estos, a pesar de que se ha profundizado en las características fundamentales que permiten su comprensión.

Con un lenguaje pedagógico el objetivo es precisamente aquel componente del proceso que refleja la imagen que se quiere formar de acuerdo con el encargo social.

De una forma u otra todas las tendencias pedagógicas han dado su visión de cómo deben plantearse los objetivos, como componente esencial de toda actividad humana.

En la actualidad predomina el criterio de darle prioridad al objetivo en la programación de la enseñanza y establecer una relación muy estrecha entre objetivo y resultado a lograr.

Otros autores han valorado el papel de los objetivos en la planificación de la enseñanza, como prioritarios para el diseño del currículo. El modelo de Heimann (citado en C. Rosales, 1988) tiene entre algunas de sus principales ideas las siguientes: Los contenidos serán la realidad (natural o preparada) con la que el alumno se enfrenta para conseguir los objetivos; los medios serán todos aquellos recursos que ponen al alumno en contacto con la realidad de los contenidos; la metodología constituye como una organización de las actividades mediante las que el alumno se enfrenta con la realidad, etc. Es decir que en este modelo se toman como elementos extremos la conducta inicial y final del alumno y una retroalimentación, que a partir de los resultados, actuaría como organizadora del proceso.

No obstante, todo acto educativo responde a determinados fines y propósitos de desarrollo social y económico; por lo que, nuestras acciones como seres humanos siempre están encaminadas al logro de metas, objetivos, finalidades u otro término sinónimo que pudiésemos mencionar, que en última instancia no es lo más relevante sino la forma que utilicemos para definirlo y enmarcarlo en un sistema de categoría dado.

Definición de objetivo. Sus funciones en el proceso de enseñanza aprendizaje.

Los objetivos tienen una significación fundamental, no como enunciados fijos e inmutables que haya que lograr a toda costa, sino como guías orientadoras del proceso.

Para determinar los fines o propósitos que se propone el educador y comprobar su cumplimiento hay que tener en cuenta factores tales como las características inherentes a cada individuo, sus niveles de desarrollo distinto al enfrentarse al aprendizaje, el medio social y familiar del cual proviene y sus experiencias anteriores de vida.

Por eso cada persona vincula la influencia educativa a determinados esquemas referenciales y la pasa por un tamiz propio que refleja la huella que en su personalidad ha dejado el paso a través de diversas experiencias.

Definiciones de objetivo por varios autores:

La actividad principal de la educación es cambiar a los individuos en alguna medida: agregar conocimiento al que ya poseen, permitirle desempeñarse en habilidades que, de otra manera no podrían realizar, desarrollar ciertas comprensiones, intuiciones y apreciaciones. Los enunciados de estos resultados esperados o deseados se denominan corrientemente metas u objetivos educacionales. (Hilda Taba)

El objetivo es elemento orientador del proceso y responde a la pregunta ¿Para qué enseñar? Representa la modelación subjetiva del resultado esperado y está condicionado por las exigencias sociales de una determinada época. (Colectivo de autores).

Los objetivos son el modelo pedagógico del encargo social. El objetivo es el componente de estado que posee el proceso docente-educativo como resultado de la configuración que adopta el mismo sobre la base de la relación proceso contexto social y que se manifiesta en la precisión del estado deseado o aspirado que se debe alcanzar en el desarrollo de dicho proceso para resolver el problema. (Carlos Álvarez)

Los objetivos son fines o propósitos previamente concebidos como proyecto abierto o flexible, que guían la actividad de profesores y alumnos para alcanzar las transformaciones en los estudiantes. Como expresión del encargo social que se plantea a la escuela reflejan el carácter social del proceso de enseñanza. Sirviendo así de vehículo entre la sociedad y la institución educativa. (Otmara González).

La función del objetivo es de orientación dentro del proceso pedagógico, específicamente: Influye en el comportamiento de las restantes categorías didácticas: contenido, métodos, formas, medios y evaluación.

Los objetivos orientan la actividad de profesores y estudiantes, guían el proceso y pueden precisar hasta que nivel llegar en el desarrollo previsto. Permiten, junto a otras valoraciones procedentes de la práctica, dar un criterio de la efectividad y calidad del proceso. A partir de ellos se pueden valorar las acciones de los estudiantes, la actividad del profesor, la organización y planificación del proceso, comparar el avance de los estudiantes desde el nivel de entrada hasta el de salida logrado en el proceso (Colectivo de autores, 1996).

Niveles de elaboración de los objetivos.

Muchos autores coinciden en distinguir tres niveles de derivación de objetivos asociados a: objetivos más generales, relacionados con lo que espera la sociedad sobre las características de la enseñanza, un segundo nivel de acuerdo a su adaptación a determinadas áreas de contenido y ámbitos de actuación de la persona y el tercero de objetivos más concretos y específicos.

Requisitos para la elaboración de los objetivos.

En la formulación de los objetivos debe expresarse el vínculo con la actividad a realizar en relación con su objeto de asimilación, es decir que las tareas que se le propongan al estudiante deben guardar estrecha relación con el conocimiento que se aspira lograr.

El objetivo se redacta en términos de aprendizaje pues siempre está en función del estudiante. Los objetivos se definen para que el estudiante pueda lograrlos en el proceso de enseñanza aprendizaje.

Estas tareas que se le proponen al estudiante, a diferencia de la formulación propuesta por la pedagogía por objetivos, no se expresan en términos particulares para en un proceso lineal de aprendizaje llegar a la realización de tareas generales. Por el contrario, en cada nivel en que se formulen, ellas se expresan en términos generales, vinculadas a la actividad de la cual forman parte y en relación con el contexto socio histórico en que se producen.

¿Cuál es en esta concepción el lenguaje para la formulación de los objetivos?

El objetivo entonces debe tener: acciones (físicas o intelectuales) y las condiciones de realización de la acción (a través de un mecanismo, mediante tal metodología, en diferentes tipos de fenómeno, etc.)

Los objetivos deben ser:

I Comprensibles: que sean claros en su redacción, que el estudiante comprenda el contenido y que se espera de él.

I Viables-Alcanzables: que puedan lograrse dentro de las restricciones comunes del proceso docente educativo, es decir el tiempo en el que se debe impartir la asignatura, el nivel de entrada de los estudiantes y las posibilidades reales de vencer las dificultades en cuanto a requisitos previos, el soporte material para el desarrollo del proceso.

I Medibles: que sean susceptibles de ser valorados y que se puedan diseñar instrumentos que permitan su evaluación.

Hay autores que recomiendan además que dentro de la redacción del objetivo deban poder determinarse las características o indicadores cualitativos que debe tener la acción a formar. Estos indicadores se refieren por ejemplo al grado de generalización, grado de reflexión o conciencia, forma en que se realiza la acción y otros. Aunque estos son indicadores valiosos, su inclusión o sugerencia en la propia redacción del objetivo podría traer confusiones al estudiante.

Por último, algunas recomendaciones para que los objetivos cumplan su función y sean operativos.

M Deben indicar resultados y no procesos
M Deben inferir hasta qué punto se desea el resultado
M Deben ofrecer una base para determinar la acción de los restantes componentes del proceso de enseñanza aprendizaje
M Los objetivos son más operativos cuanto más comunican al estudiante el resultado que se desea
M El objetivo es más operativo cuantas más decisiones permite tomar
M El objetivo es más comunicativo y operativo mientras menor cantidad de interpretaciones provoca. (Colectivo de autores, 1988)

Cualidades de los objetivos.

ä  Pertinente. Su definición cubrirá todos los puntos necesarios conformes al objetivo más general a alcanzar.

ä  Lógico. No contendrá contradicciones internas.

ä  Preciso. Existen términos de acepción múltiple que dan lugar a interpretaciones demasiado diversas, hasta el punto que al emplearlos nos exponemos a ser mal comprendidos. ¿Qué queremos decir, al pretender que un estudiante "sepa" algo? ¿Queremos que sea capaz de recitar, de resolver, de elaborar?

ä  Realizable. (Alcanzable) Es esencial asegurarse de que lo que exigimos que se haga puede efectivamente hacerse. La acción debe ser posible en el tiempo fijado y con los medios disponibles. Conviene recordar la condición previa en este aspecto, a saber, que el estudiante para ser admitido en un programa de enseñanza, debe tener el nivel mínimo exigido (actitudes, conocimientos, habilidades). Es el nivel previo requerido.

ä  Medible. Con frecuencia escuchamos: "Lo que yo enseño escapa en gran parte a cualquier definición concreta y no podría ser medido". Pero siempre es mejor una medida, aunque aproximada, que la falta de ella, porque si no hay medida el que enseña cree que el objetivo ha sido alcanzado por el solo hecho de haber impartido su enseñanza. Si su competencia como docente no puede ser evaluada, se encontrará incapaz de demostrar que enseña algo. Esta es la razón de que el objetivo deba incluir la indicación del nivel aceptable de la actuación del estudiante. Esto no quiere decir que un objetivo difícilmente medible con nuestras técnicas actuales sea necesariamente un "mal" objetivo. Pero puede afirmarse que la presencia de un criterio de medida facilita la elección o la construcción de un método de evaluación válido, por incompleto que sea en un principio.

Elementos que deben estar presentes en los objetivos:

1.     Habilidad: Es saber hacer, es el conocimiento en acción. Las habilidades son producto de la sistematización de las acciones de manera que permitan su constante desarrollo.

2.     Contenido: Es el repertorio de ideas.

3.     Nivel de profundidad: Es el nivel exigencia con que se va a dominar el contenido por los estudiantes. Ej. Uso de diálogo, dramatización etc.

4.     Métodos: Es la forma en que se lleva a cabo el contenido para lograr los objetivos, es decir la vía que se utiliza para darle cumplimiento a los objetivos de la clase. Conjunto de acciones, pasos, procedimientos encaminados al logro de un objetivo, es decir vía, camino, medio para llegar a un fin.

5.     Procedimientos: Es la vía que se utiliza para favorecer la comprensión de la materia que se está impartiendo (contenido) y las misma sirven de soporte y sostén al método. Modo particular de la aplicación del método; acción concreta propia del método.

6.     Nivel de asimilación: Es el nivel en que se encuentra el contenido que se está impartiendo. Niveles de asimilación: 1. Familiarización 2. Reproductivo (puede ser con modelo o sin modelo) 3. Aplicativo. 4. Creativo o productivo.

7.     Nivel de sistematización: Se cumple con el nexo de continuidad con los contenidos de unidades precedentes.

8.     Objetivo educativo o formativo: Pueden ser los valores o los objetivos de grado y de la enseñanza atendiendo al enfoque ideo – político que nos brinda el contenido.

Los objetivos nos permiten concluir que para que el proceso docente sea eficiente y consciente, es necesario dirigirlo sobre la base de la determinación científica de los objetivos e incorporando los elementos que deben estar presentes en los mismos y así sean elementos rectores del proceso dado la esencia social del mismo, y al cual se subordinan el resto de las categorías del proceso.

Para que se cumpla lo anterior mencionado y se garantice la comunicación profesor alumno desde la formulación de los objetivos generales, particulares y específicos en las asignaturas, temas y en cada clase ofrecemos algunas alternativas para su mejor eficiencia en la elaboración de los objetivos.

! Deben ser lo más concretos posible y con una sola intención pedagógica, es decir, una sola acción de acuerdo a las condiciones reales existentes para su logro en tiempo y forma.

! Elaborarse de forma clara para que sirvan como guía de orientación al trabajo del profesor y del estudiante.

! Deben ser negociados con los alumnos, teniendo en cuenta los conocimientos antecedentes que poseen los estudiantes y los consecuentes que deben alcanzar durante el desarrollo de la unidad y en el sistema de clases, así como el nivel de desarrollo intelectual del grupo.

! Que expresen lo que deben desarrollar los estudiantes tanto en lo intelectual, educativo, político, ideológico, ético, etc.

! Se debe tener presente el nivel de asimilación del conocimiento a lograr.

En sentido general, los objetivos que respondan a un proceso de enseñanza-aprendizaje participativo, comunicativo y desarrollador, promotor o agente del cambio educativo, deberán ser: orientadores, flexibles, personales, negociados y cognitivos, entre otros aspectos significativos.