- Sexualidad y Anticoncepción.
Lo habitual es
que esa misma persona ejerza su sexualidad con otros objetivos: recrearse, dar y recibir afecto, calmar
ansiedades, o incluso ser un sujeto más de la sociedad de consumo sexual.
En esta época
social, la anticoncepción es reconocida de hecho por millones de seres humanos
como necesaria y beneficiosa para una vida sexual plena y satisfactoria, así
como también para decidir responsablemente el cuándo de su paternidad. Pero
sabemos que es aún hoy objeto de resistencias y discusiones ideológico-religiosas.
Más allá de las
circunstancias sociales que rodean al tema, las personas que decidan recurrir a
ellos necesitan también saber cuáles son los métodos anticonceptivos y su grado
de eficacia, y cómo repercute cada uno de ellos en la sexualidad de la pareja y
de cada uno de sus miembros. No todos los métodos son convenientes para algunas
personas y algunos de ellos, además de ineficaces, son francamente negativos
para el desarrollo de una sexualidad plena. En cambio, otros colaboran
positivamente.
Es recomendable
que para llevar adelante una elección realmente efectiva tanto desde el punto
de vista orgánico como psicológico y sexológico.-a través del asesoramiento del
médico especialista- se consideren no sólo los costos, las formas de uso y su
eficacia, sino también la personalidad de cada usuario y el tipo de relación de
pareja.
Aunque podamos
suponer que todos los métodos anticonceptivos “liberan” el comportamiento
sexual, en realidad la toma particular de decisión es complicada ya que se
ponen en juego diversos conflictos en relación a la educación personal, así
como temores, especialmente con respecto a la propia integridad y a la
posibilidad de tener hijos en el futuro.
Habitualmente no
se elige un método para toda la vida, suele depender de cada etapa evolutiva
del sujeto y de su pareja. Se hace necesario conocer sus efectos para que, cada
vez, la elección sea la más acertada para esa persona o pareja en ese momento
vital particular.
Los efectos
negativos o positivos sobre la sexualidad dependerán de muchos factores: del
método utilizado, de su grado de confiabilidad, del nivel de aceptación o
rechazo individual o de la pareja, de la personalidad de cada sujeto y del modo
de interrelación entre ambas personalidades.
A modo
introductorio y general:
6 Los métodos de mayor eficacia -pastillas,
inyección mensual, dispositivo intrauterino- producen una sensación de
naturalidad en los encuentros sexuales. Sin embargo, cuestiones religiosas o
temores de ser dañada interiormente pueden influir negativamente.
6 Los métodos de barrera -preservativo masculino o femenino
y diafragma- benefician la sexualidad si son aceptados psicológicamente. En
cambio, si las personas sienten que les quitan espontaneidad, disminuyen la
sensibilidad, o tienen alguna otra creencia sobre ellos, son rechazados.
6
Los métodos de menor eficacia -coito
interrumpido y de los días infértiles- suelen condicionar el deseo y la
respuesta sexual, produciendo un desajuste emocional individual y de la pareja.
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